Cuando digo "aplicación de gases" me refiero puntualmente a eso, los gases, pedos, y demás inclinaciones escatológicas que podamos poner en sinónimo siendo reproducidas desde nuestro teléfono móvil. Al parecer, el propio director del Apple App Store, esa tienda de aplicaciones que es la más popular del mundo pero que tiene los métodos de aprobación más oscuros de todas las tiendas, había puesto en el primer puesto de sugeridos su propia aplicación de "gases", convirtiéndola en una de las más descargadas y haciendo que el individuo gane una considerable suma de dinero aprovechando su posición el el directorio de Apple.
El hombre en cuestión es Philip Shoemaker, que además de su posición de director del Apple App Store, tiene una empresa llamada Graynoodle LLC que es la encargada de la creación y distribución de esta aplicación tan comentada. Se que muchos de ustedes piensan que estoy en contra de Apple, o que "me paga Nokia", y nada más lejos de la realidad, muchas veces he reconocido las bondades del iPhone con una excelente interfaz, una inmejorable pantalla táctil y -a excepción del iPhone 4- un excelente diseño en sus productos, pero el análisis en este caso debe ser un poco más profundo.
Acá no estamos hablando de que nos agrade o no la compañía, sino que a las dudosas políticas de aprobación de aplicaciones hay que sumar que el propio director encargado del área más importante está poniendo su producto como uno de los recomendados por encima de su propia ética para obtener una ganancia personal -pensemos que la aplicación se vendía por US$ 2- poniendo por encima de todo mayores dudas sobre la tan comprometida reputación del poco transparente sistema de aprobación de aplicaciones, y de su disposición y visibilidad en la tienda más famosa. Últimamente las políticas de Apple parecen ir en contra de los propios principios que tanto se jactaron el obedecer, y que les dieron el status que tienen hoy en día. Sería una pena que estos "errores" se sigan repitiendo haciendo que la empresa comience a ser mal vista hasta por los más acérrimos fanboys.
Vía mobileburn