motivos de la crisis de HTC

Hace más de cuatro meses, cuando se presentaron los resultados de HTC del Q3 2012, Dani Rozo ya avisó de que HTC podría encontrarse en la espiral de la muerte. Sus últimos movimientos le dejaban en muy mala posición, especialmente con un dato demoledor: nadie se recuperó de pérdidas operativas continuadas en la historia de la industria móvil. Quedaba entonces por ver si el salvavidas de Windows Phone 8 y de unos lanzamientos también con Android, que sabían que tendrían que tomarse muy en serio, eran suficientes para rescatar a los taiwaneses. Ahora se han presentado los últimos resultados de HTC, y no son nada buenos. Durante el mes de febrero, sus ventas han bajado un 44 %, descenso que se encadena a varios trimestres anteriores. Recordemos que a principios de enero sus resultados ya eran los peores desde 2004, hito que han vuelto a conseguir superar.

HTC, en la línea roja

Con estos resultados sobre la mesa, el panorama para HTC es muy delicado. Están en serio peligro. Queda muy muy atrás, en 2005, hace ocho años, el plácido escenario para el fabricante taiwanés en que estaban ubicados en un monopolio de facto de Windows Mobile, seguramente la época dorada de HTC que precedió a sus buenos inicios con Android. Buenos inicios en los que rápidamente Samsung les adelantó por la derecha, y Huawei en los últimos tiempos, con su rápido ascenso, también les ha supuesto una amenaza inesperada.

Han perdido 384 millones de dólares, un 44 % respecto a lo facturado el año anterior. Un progreso interanual catastrófico que le deja a niveles de principios de 2010, un retroceso que sencillamente no puede permitirse con la coyuntura actual de la industria móvil un fabricante, por ventajoso que fuera su pasado. En tres años, una caída así es muy peligrosa. Han caído un 27 % en un mes, de enero a febrero de 2013. La caída registrada es de un 91 % en ganancias, de 34 millones de dólares, volviendo a niveles de 2004, nueve años. Una barbaridad. Lo peor de todo, es que está cayendo un buen fabricante de teléfonos, que acostumbra a lanzar productos de varias gamas, con más de un sistema opereativo, que cuida los materiales, y que sus especificaciones no son nada desdeñables. Además, tiene -a mi juicio- la única capa de personalización de Android que puede aportar un valor añadido, HTC Sense, que además tras la última actualización (Sense 5), acompañado de Blinkfeed, ha ganado considerablemente.

Sus últimos cartuchos

Realmente llevamos diciendo que HTC está quemando uno de sus últimos cartuchos desde hace demasiado tiempo. Tristemente, lo seguimos diciendo, y mientras tanto, la situación de HTC no mejora, sino todo lo contrario. En el artículo de Dani Rozo ya se mencionó Windows Phone 8 como vía de salvación. Y honestamente, los Windows Phone que HTC ha lanzado recientemente son como mínimo igual de buenos que los que ofrece la competencia, cuando no más. Por ejemplo, con el caso del HTC 8S que analizamos en Celularis. En esta dirección podría apuntar HTC para al menos ganar tiempo: obtener financiación de Microsoft con lo que tratar de recuperar el puesto privilegiado que tenía en 2005 con los terminales con Windows Mobile.

Resultados de HTC

Más allá, únicamente le queda encomendarse a sus terminales y pedir ayuda al cielo para que funcionen, pues las campañas de marketing de HTC no son todo lo buenas ni tienen el alcance que merecen sus terminales. Por ejemplo, con el caso del HTC One X, que se presentó prácticamente al mismo tiempo que el Samsung Galaxy S III, obteniendo unas ventas muchísimo menores, cuando viendo ambos terminales, el de HTC hubiese merecido como mínimo vender tantos como Samsung Galaxy S III. La gran diferencia, aparte de la marca Galaxy S que Samsung llevaba tiempo labrando, fue el marketing que tuvieron uno y otro.

Otros errores también le pasaron factura a la compañía, como de tener que retirarse de Corear del Sur debido a sus bajas ventas, o el fallido intento de entrar en el mercado brasileño, haciendo inútil una fuerte inversión en un país emergente, pero en el que apenas tenía un 0,11 % de cuota de mercado. El resultado, el mismo que en Corea: HTC tuvo que retirarse de Brasil igualmente. En todo este tiempo, lo único que ha hecho a efectos operativos, como muestran los resultados de HTC, es seguir perdiendo dinero y cuota de mercado... Y paradójicamente, seguir presentando buenos terminales. HTC tiene la obligación de reinventarse, de encontrar una fórmula para sobrevivir y quizás volver a ser quien fue. Puede mirarse en el espejo de BlackBerry... o en el de la malograda Siemens.

Imagen: Gadget Helpline.

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