Pareciera historia de un Hoax o algún mensaje en cadena, de esos que saturan nuestro buzón de correo, sin embargo Argentina al parecer está viviendo un serio problema actualmente con los fraudes por SMS. La práctica, conocida y relativamente común en otros países, es bastante sencilla: un usuario recibe un mensaje de texto a su celular en donde se le notifica o promete sobre diversos beneficios o premios, donde bastaría únicamente con responder el SMS para hacerse acreedor de la oportunidad, cuando en realidad lo único que se detona es una suscripción automática a un servicio que va descontando poco a poco el saldo de nuestra cuenta móvil.
De acuerdo con Diario Uno, el titular de la Asociación de Defensa de los Derechos de los Usuarios y Consumidores (ADDUC), Osvaldo Bassano, ha alertado a la población sobre este latente problema, en donde estima, existen millones de usuarios expuestos a este fraude que podría alcanzar proporciones extraordinarias:
El año pasado formalizamos una denuncia, con una comisión de asociaciones de consumidores, para oponernos a que se emitan publicidades no deseadas, denominadas spam. Las empresas sostienen que sólo son el transporte de los spam, pero podrían evitar que eso sucediera mediante una plataforma. Por eso dudamos de la supuesta tercerización.
De acuerdo con Bassano, las instituciones de protección al consumidor decidieron intervenir para solicitar a las empresas correspondientes que dejen de permitir este tipo de prácticas, en una escenario donde las compañías han modificado recientemente, de forma unilateral, los sistemas de abono, permitiendo el hueco para estos fraudes. La situación de los fraudes por SMS, según señala el portavoz, afecta a los usuarios de todas las compañías de telefonía celular que operan en el país, que cuenta actualmente con más de 60 millones de líneas activas, distribuidas entre 35 millones de usuarios.
El negocio de esta clase de desfalco, señala Bassano, reside en que el envío de mensajes SMS representa uno los ingresos más altos para las compañías celulares, ya que se trata de la venta de un servicio que no se presta, por lo que es un ingreso neto. La solución por lo pronto, se encuentra en el propio usuario, quien no debe responder a dichos mensajes o solicitar darse de baja para salir de las listas de suscripción.