Parece que la Comisión Europea de Telecomunicaciones, con Viviane Reding a la cabeza, va a proponer a los operadores de telefonía móvil que facturen a sus clientes las llamadas que estos reciban. Con ello se pretende abaratar las tarifas por minutos y, en último termino, favorecer a los consumidores.
La idea es abaratar las tarifas de terminación, es decir, lo que las compañías telefónicas se cobran entre ellas por el uso de su red cuando llamamos a un número que no es de nuestro mismo operador. Con este sistema propuesto, cada operador cobraría únicamente a sus propios clientes propios y no tendría que pagar a otros operadores, reduciendo la burocracia y potenciando la competencia entre operadores.
La Comisión Europea someterá esta propuesta a consulta pública a finales de mes, pero ya han surgido voces en contra, como la de la organización FACUA-Consumidores en Acción, que piensa que esta decisión sería dar un paso atrás.