Tras los datos que ha publicado recientemente en su nota mensual CMT (Comisión del Mercado de Telecomunicaciones), la conclusión para el panorama de la telefonía móvil en España es clara: un descenso brutal en el número de clientes. Además, muestra datos interesantes para ver la tendencia de un mercado en constante cambio.
Datos que pasan por números lastimosos para las tres grandes operadoras (Movistar, Vodafone y Orange, especialmente las dos primeras). El constante impulso de las virtuales, unido a la necesidad de precios más bajos que permitan el máximo ahorro para las familias de un país en recesión, ha hecho de quienes ofrecen tarifas low-cost un rara avis en un contexto en el que, a nivel general, el número de líneas de telefonía móvil va cayendo ejercicio tras ejercicio.
Las tres grandes pierden un volumen muy considerable de usuarios, resistiendo Orange algo mejor el chaparrón. Por su parte, las operadoras móviles virtuales en su conjunto crecen, mientras que la cuarta operadora, Yoigo, que se encuentra en una suerte de término medio entre tradicionales y virtuales, también resiste con un discreto saldo positivo de líneas. Los números del mes de octubre, que son los que expone el último informe, son los siguientes:
- Movistar: - 284.290 líneas.
- Vodafone: - 278.070 líneas.
- Orange: - 14.870 líneas.
- OMV: + 78.550 líneas.
- Yoigo: + 12.490 líneas.
¿De dónde sale esta sangría? Casi medio millón de líneas se han dado de baja. La CMT plantea motivos como una fuerte caída de las tarjetas de prepago, o de las tarjetas exclusivamente de datos móviles. A ello le podemos añadir otras razones más que presumibles, como los cierres de empresas, o los recortes y ajustes que se dan en las que les cuesta mantenerse a flote, en las que una de las primeras medidas es la reducción de las líneas telefónicas.
Con estos datos, octubre es el peor mes para la telefonía móvil española de todo 2012. Y eso que se trata de un año desastroso, pues se encadenan nueve meses de pérdidas. No obstante, una de los puntos clave detrás de esta tendencia es la inteligencia del consumidor y su mayor predisposición al cambio, que cada vez más explora alternativas con menos marketing pero tarifas mucho más económicas, como demuestra el constante auge de las OMV, y los datos de probabilidades: sólo en octubre, 474.993 usuarios cambiaron de operador, lo cual denota un movimiento y una flexibilidad impropias de un mercado que, aunque no ha acabado con ella, sí ha limitado muchísimo el modelo de subvención de terminales.