El pasado sábado 8 de febrero cayó la bomba en la red: Dong Nguyen, desarrollador de Flappy Bird, anunció que retiraría el juego el domingo 9. El último gran fenómeno viral estaba a punto de desaparecer. Muchos pensaron que era una mera estrategia de marketing, de impulsar el juego amenazando con su desaparición, de crear hype de manera artificial. No fue así. Donde muchos veían un INSERT COIN para arañar unos dólares más (como si los 50.000 diarios en publicidad fueran pocos para un vietnamita), finalmente apareció un GAME OVER. Dentro de esta locura por el juego, donde se han llegado a ver hoy algunos iPhone en eBay por 100.000 dólares sólo por tener Flappy Bird instalado a modo de reliquia, dejo las 4 lecciones que nos ha dejado Flappy Bird. Descansa en paz, pájaro.

  • En un smartphone, queremos juegos simples. Acaban teniendo mucho más éxito y de forma más viral sin siquiera marketing de por medio. Detrás de Flappy Bird no había un gran estudio, sólo había una persona: Dong Nguyen. Luego están juegos como GTA o FIFA, enormes y geniales pero que pierden mucho sentido con controles táctiles, o los juegos indie con gráficos elaboradísimos dignos de Top en Dribbble, o incluso los que lo combinan todo como los Epic Citadel. Ninguno ha logrado lo que ha conseguido Flappy Bird, que es simple hasta el extremo. No hay niveles, no hay personajes que elegir, no hay ítems que coleccionar, no hay más obstáculos que las tuberías que nos acompañan desde el principio.

  • Revivir juegos retro, garantía de éxito. O casi. Está en la línea de lo anterior, por la simplicidad del juego. No voy a redescubrir el secreto de la popularidad de Flappy Bird, pero parte de ella, y la de muchos otros títulos de éxito. Flappy Bird tiene una mecánica similar a un juego con décadas de historia, Helicopter Game. Sólo hay que reinventarlo ligeramente y aprovechar lo idóneo de las pantallas táctiles para este tipo de juegos.

  • Amamos a los pájaros. Flappy Bird no es el primer ni el último juego exitoso que gira en torno a un pájaro (o varios pájaros). Me apuesto mil dólares a que a usted, lector, se le habrá venido a la cabeza la saga Angry Birds, aunque hay más ejemplos como Tiny Wings. Tienen algo con lo que no cuentan otros animales.

  • El éxito puede suponer un serio problema. Vayamos más allá de los 50.000 dólares diarios. Recibir constantemente amenazas es algo para los que algunos pueden simplemente no estar preparados, por mucho dinero que se embolsen. Dong lo dijo, quería volver a su vida simple. El éxito de Flappy Bird fue accidental. No estaba listo para una avalancha así. A eso le unimos que ser famoso y muy rico en un país como Vietnam, quizás no sea una combinación interesante para cualquiera.

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