El mundo de la telefonía móvil, allá por el 2007, no podía ni imaginarse la revolución que iba a suponer el producto que acababa de lanzar Apple. Con un diseño minimalista, ligero y funcional, Apple presentaba el iPhone, el teléfono que popularizaría la palabra smartphone y que cambiaría por completo la manera de comunicarnos. Casi sin excepción, todos los enamorados de la tecnología queríamos esa pantalla multitáctil capaz de mantenerte conectado a internet de manera fluida e intuitiva en nuestro bolsillo. Un teléfono que era mucho más, era un iPod, era un mapa, era la App Store y era consumir videos de Youtube en el metro (si nuestra conexión 2G nos lo permitía, claro).
No obstante, desde aquel 2007 han cambiado mucho las cosas y aquel mercado que revolucionó Apple está ahora dominado por Android, el sistema operativo de Google. En un principio, el hecho de que haya más smartphones con Android que con iOS no debería preocuparle en exceso a Apple, debido a que el público objetivo de Android es mucho más amplio que el de Apple, mucho más centrada en productos de gama alta. Es decir, para los de Cupertino no debería haber problema con que Android copara el mercado de productos de gama media y baja, pero es vital para para ellos mantenerse como el referente en la gama alta y eso, pese a las mejoras en iOS, según muchos usuarios parece estar cambiando.
A Apple se le acusa de estar estancada, tener un sistema operativo rígido y aburrido que no innova. Mientras, surgen alternativas muy interesantes en la gama alta, desde teléfonos punteros con un Jelly Bean que ya mira de tú a tú sin complejos a iOS pasando por el nuevo sistema operativo de Blackberry o la más que interesante propuesta de Microsoft que, junto a dispositivos de alta calidad fabricados por Nokia, están poniendo en peligro un ecosistema del que hasta hace muy poco iOS era el gran vencedor. Ante esta situación, ¿qué mejoras en iOS servirían para volver a marcar la diferencia?
Mapas
Cuando surgió la polémica con el problema de las antenas del iPhone 4, Apple salió airoso y consiguió controlar la situación, en gran medida por su departamento de marketing y con una reacción rápida y diligente por parte de la compañía. Pero el problema de los mapas en iOS es el ejemplo perfecto de la pérdida de fuelle de la compañía. Un lanzamiento precipitado, errores garrafales y la falta de contundencia a la hora de reaccionar ha sido más que suficiente para que la aplicación pierda toda la credibilidad que pueda tener. Y lejos de parecer un problema minúsculo, los servicios de geolocalización y mapas son de los más importantes en todos los smartphones.
Apple tomó con iOS 6 una decisión muy arriesgada, dejando atrás Google Maps y lanzando su propio sistema de mapas. Tratando de aplicar mejoras en iOS, acabó por dejar el prestigio de la compañía gravemente dañado. En iOS 7 deberíamos ver un golpe en la mesa por parte de Apple al respecto, mejorando su aplicación notablemente.Es mucho el trabajo que tienen por delante para intentar convencer a todos sus usuarios de que deben dejar de utilizar la aplicación de Google pero, al fin y al cabo, si utilizas iOS para minarlo de servicios de Google, ¿Por qué no apostar directamente por Android?
Aperturismo
Una de las críticas más extendidas en iOS y en los productos con el sello del Apple es su ecosistema cerrado. Como usuario de Mac OS X no he tenido nunca ningún problema con ese ecosistema tan criticado y de hecho, lo he encontrado mucho más accesible y universal que el resto de alternativas. Pero considero que en el caso de iOS es radicalmente distinto y el caso de los mapas es un buen ejemplo.
Si cuando pulso sobre un link Apple me obliga a abrir Safari cuando quiero utilizar Chrome, iOS me está haciendo perder mi tiempo. Lo mismo pasa con el correo, la cámara, o cualquier aplicación nativa en iOS que tenga una versión alternativa en la App Store. Es un engorro y dice muy poco de la usabilidad que Apple presume. Apple debería tomar cartas en el asunto y tratar de aplicar mejoras en iOS en este sentido. Lo mismo sucede a la hora de compartir contenido en la red, siendo mucho más engorroso compartir en las redes sociales o entre aplicaciones contenidos que lo es en Android.
Reformar la interfaz
Si bien de aquel primer iPhone en el 2007 al iPhone 5 actual hay un salto descomunal y son muchas las mejoras en iOS, lo cierto es que cuando desbloqueas ambos terminales, a simple vista la interfaz ha evolucionado muy poco. iOS necesita un soplo de aire fresco, tanto estéticamente como en experiencia de uso. Añadir widgets, atajos a determinadas acciones y presentarlo de manera novedosa ayudaría mucho a refrescar una interfaz gráfica que está siendo tildada por muchos como aburrida.
Si bien me resulta complicado imaginar widgets al uso en las líneas que propone Apple en sus diseños sin un cambio totalmente radical, para aplicar mejoras en iOS, Apple podría aprender mucho de los live-tiles de Microsoft o, incluso de la interfaz gráfica de Blackberry en su nuevo sistema operativo. Algo impactante que nada más desbloquear tu teléfono te confirme que estás ante una experiencia totalmente nueva sin perder el sello de Apple.
Multitarea
Viendo la tendencia del mercado y los procesadores que está montando la competencia, Apple puede implementar la multitarea real que tantos usuarios reclaman. Además, debería mejorar a fondo la manera en que el usuario selecciona las aplicaciones en funcionamiento y las cierra, buscando una vía mucho más intuitiva y cómoda. El concepto de iOS App Switcher habla por sí mismo y supondría una de las mejoras en iOS más bien acogidas por el público.
One More Thing
Independientemente de las ideas propuestas, lo que está claro es que Apple y concretamente iOS necesitan recuperar ese punto a favor que marca la diferencia: esas keynotes que te dejan con la boca abierta, esos productos que con sólo verlos ya sabes que se van a convertir en un icono o ese servicio exclusivo que lo diferencia del resto. Apple necesita que el iPhone siga siendo algo más que un smartphone y que un iPad no sea otro tablet a competir en un mercado cada vez más apretado. Necesita recuperar sus señas de identidad y lanzar productos que supongan algo más que el aumento de la pantalla por media pulgada con respecto a su predecesor. Y no lo va a tener nada fácil: con las carencias que presenta a día de hoy y una competencia cada vez más dura, las mejoras en iOS deben ser más que sustanciales. Pero Apple es capaz de ello, como cuando Steve Jobs le dio uso a uno de los bolsillos de nuestros vaqueros en aquella presentación del primer iPod Nano.