Una de las quejas más repetidas últimamente respecto a iOS es que 'es aburrido', aludiendo a la falta de innovación y cambios notables en el sistema operativo móvil de Apple. No soy quien defiende un cambio radical en su interfaz, una de las cosas que más valoro de Apple es la continuidad que da a sus productos. Pero es muy fácil ver a la competencia, y observar que iOS ha sido adelantado por la derecha en varios puntos clave. No en estabilidad, no en calidad de sus aplicaciones, pero sí en aspectos de la interfaz que la hacen mucho más 'usable' que el rígido S.O. de Apple: iconos estáticos, aplicaciones que no interactúan entre ellas, falta de información dinámica fuera de las apps... Con esto en mente, quise dar el salto a Windows Phone 8. Para que la experiencia fuera plena, y mi opinión de Windows Phone fuese la mejor posible, lo hice con un terminal de gama alta, y del fabricante que más me gusta entre los que distribuyen Windows Phone: el Nokia Lumia 920.
Windows Phone 8
Ya había escuchado como opinión de Windows Phone que sigue siendo un sistema operativo con algunas carencias, algo embrionario, pero realmente lucía muy bien sobre el papel lo que prometía. Y quise probarlo de primera mano, de forma similar a como hice con Android y el HTC One X hace unos meses, pero eso es otra historia. Las live-tiles de Windows Phone me parecían el mejor argumento para el cambio. De hecho, me parecen el mejor ejemplo actual de innovación en la industria móvil: una interfaz exclusiva y que se aleja de las parrillas tradicionales de iconos, y que además muestra la información dinámica que extrañaba en iOS.
Windows Phone 8 es un sistema operativo que funciona extremadamente fluido, y no sólo en la gama alta, sino que en terminales más modestos como el Nokia Lumia 520 la experiencia de uso no se resiente. Además, tiene una navegación web tremendamente veloz. Argumentos insuficientes para compensar ante los usuarios más avanzados las carencias del punto siguiente, las aplicaciones, y sobre todo, una pésima experiencia: tras más de un día de uso, algunas aplicaciones nativas no se abrían, pues 'debían actualizarse', pero el sistema figuraba como actualizado. Al restaurar el terminal para corregir el problema, la copia de seguridad no recuperó absolutamente nada. Y peor, consumió 500 MB de mi tarifa de datos, estando conectado a una red Wi-Fi. Sobra decir que no es un error mayoritario, pero demasiados ya eran demasiados agridulces en mi corta etapa en Windows Phone.
Por contra, las live-tiles son uno de los grandes valores de Windows Phone 8. Por ejemplo, poder asignarlas a...
- Contactos o grupos a los que enviar un mensaje de Line.
- Las mencionadas playlists de Spotify.
- El modo de escucha de Soundhound.
- El porcentaje restante de batería (no aparece en la barra superior).
Las aplicaciones
Parafraseando a mi compañero Guille del Palacio, Leónidas nos enseñó en 300 que tan importante como la cantidad, es la calidad. Con esa premisa asumí que con el cambio perdería la oportunidad de usar Tweetbot, Instagram, Wunderlist, Dropbox o Pocket. Otro gallo hubiese cantado si aún no estuviese Spotify en la Windows Store. De hecho, poder usar playlists de Spotify como live-tiles me parecía una gran posibilidad respecto a la mediocre aplicación de iOS. Y volviendo a la alegoría con 300, la calidad tampoco es extraordinaria. La propia aplicación de Spotify tiene, a día de hoy, carencias graves: no tiene radio online, hay que marcar el modo aleatorio cada vez que abrimos la app, no se puede avanzar o retroceder en una misma canción, y lo que es peor: se activaba el modo offline de forma recurrente. Incluso con Wi-Fi. A veces, ni dejaba escuchar las canciones guardadas en local.
Que todo un Spotify esté tan verde en pleno 2013, dice poco del sistema operativo. Instalé cuatro clientes de Twitter, tres de ellos, de pago. Algunos como Rowi, bastante buenos, pero en general, incompletos. Tweetbot, te extrañé. También tenía asumido que no usaría mucho el 920 para jugar, pero más allá del Asphalt 7, no encontré apenas juegos de calidad que no estuviesen trillados (Apalabrados, Draw it Something, Angry Birds...). Existen aplicaciones de calidad que suplen a otras famosas, pero la sensación general es que falta trabajo por hacer, falta interés por parte de los desarrolladores y de las aplicaciones más exitosas en otras plataformas.
Nokia Lumia 920
Que los puntos anteriores no os hagan confundir entre el terminal y su SO: el Lumia 920 es un smartphone increíble. Nokia siempre destacado por producir terminales con un diseño y una construcción excelentes, salvo por honrosas excepciones como el XpressMusic 5800. En el caso del 920, su diseño es menos estilizado que el de sus hermanos menores, pero es sin duda excelente. Por tacto, por acabados, por calidad de la pantalla, hasta por sus botones. Su cámara es increíble y, a nivel de hardware, creo que es muy difícil tener quejas del 920.
Además, Nokia incluye aplicaciones -bien nativas, bien descargables- que realmente mejoran la experiencia de uso del S.O. Here Maps, Here Transit, Nokia Drive... Aplicaciones que me han sorprendido por lo bien que funcionan. Here Maps en iOS fue un fiasco, pero su versión nativa es muy buena. Me reitero: el Lumia 920 es un smartphone impresionante con un S.O. que está en proceso de acompañarle sin complejos.
El Nokia Lumia 920 supone la culminación de la adolescencia de Nokia, su proceso de maduración tras tener que reinventarse de la mano de Windows Phone en vista de que Symbian no tenía futuro. Lo mejor es que lo ha hecho de forma más que acertada, y respetando sus señas de identidad. Al fin y al cabo, pocos fabricantes pueden presumir de que dos fotos de sus buques insignia sean tan parecidas... Habiendo 15 años de diferencia entre ambas:
Conclusiones
Las quejas en mi opinión de Windows Phone son temporales, estoy convencido. Android no alcanzó la madurez hasta Ice Cream Sandwich, le costó años posicionarse de forma seria contra iOS. Windows Phone va por un camino excelente, pero ahí anda aún: en el camino. He sido comprensivo con algunas carencias, pero hay otras que para usuarios avanzados son insalvables. En sucesivas actualizaciones de sistema, estoy seguro de que se solventarán, y Windows Phone seguirá aumentando su valor. Más aún en terminales de tantísima calidad como el Nokia Lumia 920.
De hecho, no está en mi mente dejar de usar el Nokia Lumia 920, es un terminal demasiado bueno como para que se quede en un cajón. Como cámara ligera para situaciones de poca luz, donde no sea necesario transportar una réflex, tiene un buen uso potencial. También como segundo smartphone.
Pero ahora mismo no puedo permitirme fallos como el de las apps nativas que no se abrían (algunas eran de los propios ajustes del sistema), o que Spotify falle de repente y no vuelva a funcionar en horas. O pequeños detalles, como el extraño hueco entre la barra superior y las primeras live-tiles.
Vuelvo a iOS, a un sistema imperfecto, que en muchos aspectos se ha quedado atrasado y disfuncional, pero ahí tengo la simplicidad y estabilidad que no he encontrado en Android ni en Windows Phone. ¿Será BlackBerry 10 quien lo consiga? No lo sé, pero creo que mi opinión de Windows Phone mejorará mucho dentro de poco, y pienso seguir muy de cerca su evolución. Y más aún en un terminal como el Lumia 920.