La operación óptima y justa de la red 4G en México, es uno de los retos más grandes en materia de telecomunicaciones móviles que le esperan al recién formato Instituto Federal de Telecomunicaciones -IFT, el panorama para una libre competencia de mercado luce un tanto complejo. Entre los rezagos y pendientes que dejaron los anteriores organismos encargados de regular el ramo, y los nuevos lineamientos que ha marcado la Reforma en Telecomunicaciones, ha quedado en el centro de la controversia el uso de la banda de 2.5 GHz, una pieza clave para la implementación de las redes 4G, que cuenten con capacidad de ofertar servicios a los usuarios de telefonía celular de distintas compañías en el país.

Se trata de un problema cuyo origen tiene más de 20 años. El problema aquí, es que actualmente la banda de 2.5 GHz se encuentra en un serio enredo legal por el uso de este espectro con grupo MVS y otras compañías, a la par que los cambios de tarifas por concesión en la reforma hacendaria volvería casi impagable para algunas empresas el uso de este rango para implementar (y eventualmente ofertar) sus servicios de red 4G. Lograr un escenario para la libre competencia de mercado será muy difícil, sin embargo, para comprender el panorama completo y las posibilidades de solución, resulta necesario dar antes un breve repaso por lo que ha venido sucediendo en este campo.

El uso subestimado, la raíz del conflicto

Durante los últimos meses, la empresa de comunicaciones MVS y el gobierno mexicano se han visto involucrados en un conflicto por el uso de la banda de 2.5 Ghz, que el Estado decidió retirar a la empresa de medios, sin embargo, el punto central de la disputa se centra en el uso de esta banda y sus precios vigentes. En sí se trata de un problema cuyo origen tiene más de 20 años, anteriormente la Secretaría de Comunicaciones y Transportes -SCT, por medio de la entonces vigente Comisión Federal de Telecomunicaciones -Cofetel, se encargó de dividir y designar el uso de cada banda del espectro radioeléctrico del territorio mexicano, designando la de 2.5 GHz para servicios de televisión y audio restringido en 1991.

Las leyes del ramo se mantuvieron prácticamente estancadas. Desde entonces, prácticamente nada con respecto a la legislación y aplicación legal de estas frecuencias se había movido; el avance tecnológico en el ramo ha sido enorme en los últimos 22 años, mientras que las leyes que supuestamente lo rigen se mantuvieron relativamente estancadas. Por desinterés político o por conveniencia para el mercado ya instalado, comandado por América Móvil (Telcel), y algunas otras empresas más pequeñas, como MVS. La cuestión es que los pocos cambios que se cimentaron, sentaron las bases para el problema actual que representa. En 1999 la Comisión Federal de Competencia, emitió una recomendación a la Cofetel para que abriera el uso de esa banda para servicios de datos y telefonía, por lo que los concesionarios ya existentes, MVS entre ellos, podrían ampliar su concesión para prestar legalmente “servicios fijos de transmisión bidirecciónal de datos”, posteriormente en 2008 establecieron que el uso de esta banda sería admitida con preferencia para servicios 4G LTE.

MVS es un conglomerado de medios, comprendido por estaciones de radio, servicios de televisión por cable, tanto convencional como satelital, editoriales y hasta cadenas de restaurantes, en su momento, intentó incursionar también en el ramo del internet de banda ancha móvil, aprovechando el cambio que le permitía explotar su concesión de la banda de 2.5 GHz, sin embargo, las disputas legales con gobierno le obligaron a retirar el servicio desde el pasado junio de 2012. Mientras que en agosto de 2012, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Dionisio Pérez-Jácome anunció la decisión del gobierno para iniciar el procedimiento de rescate de todas las concesiones vigentes en la banda de 2.5 GHz, comenzando así el proceso para cambiar las reglas del juego y volver a otorgar concesiones, bajo el nuevo esquema de la reforma.

La red 4G LTE ya está aquí, en teoría

4G en México

El 4G en México ya existe, utilizando la estructura de la red 3.5 G, con velocidades de transferencia de datos de hasta 20 megas, siendo el servicio más popular el de Telcel, con su 4G LTE. La situación aquí es que, de acuerdo con la anterior legislación, si bien el Estado mexicano es dueño de todo el espectro radioeléctrico, la división y uso de la banda para el servicio 4G, se realiza por áreas poblacionales, y no por grandes regiones, como sucede con la telefonía móvil convencional. Es por ello, en parte, que estos servicios sólo se ofrecen en algunas ciudades del país y no en las nueve regiones en las que se divide el territorio para telecomunicaciones móviles.

Sin embargo el principal punto futuro de conflicto, es lo que marca la reforma en la materi a para el otorgamiento de concesiones en la banda de 2.5 GHz, ya que, de acuerdo con el proyecto actual de reforma hacendaria, el pago por estas concesiones sería sustancialmente más elevado que en el marco legal anterior, por lo que el uso de esta frecuencia estaría inherentemente reservado sólo para aquellas compañías que tengan la suficiente solvencia y fortaleza económica para el pago de miles de millones de pesos por el uso de la banda.

La reforma de hacienda propone un nuevo esquema de cobro, en el que los costos de la concesión virtualmente se triplicarían con respecto a lo que se pagaba anteriormente; una cifra que ascendía a los 27 mil millones de pesos, y que era tasada en razón de los Megahertz concesionados, mientras que el nuevo esquema propone hacerlo con base en la cantidad de kilohertz (Khz) que las empresas tengan autorizados. Será un largo camino hasta el punto de resolución del escenario y el conflicto para la red 4G en México. Todo dependerá de las negociaciones logradas sobre el esquema de cobro de las concesiones, por lo pronto, con lo que actualmente hay sobre la mesa, el escenario plantea una competencia donde pocos podrán participar.

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