Uno de los grandes éxitos de ventas de 2012 fue el Samsung Galaxy S III, el que a día de hoy sigue siendo el buque insignia de la compañía surcoreana, que supuso la confirmación del éxito de la saga Galaxy S en su tercera versión. Varios meses después, Samsung creó una gran expectativa al anunciar la llegada del Samsung Galaxy S III mini, ¿será igual con un Samsung Galaxy S IV mini?
En muchos casos entre los que me incluyo, la expectativa del Samsung Galaxy S III mini venía alimentada por el deseo de tener un terminal de gama alta en una pantalla algo más manejable. El tercer Galaxy S venía a confirmar la tendencia de pantallas cada vez más grandes para los dispositivos con las mejores especificaciones. La versión mini era un gesto hacía quienes preferimos pantallas más alejadas del tamaño de tablets, y lo acogimos realmente bien. El resultado fue otro.
Cuando conocimos las especificaciones del Samsung Galaxy S III, la sensación general fue de decepción, pues Samsung no se limitó a hacer mini el tamaño y la pantalla del dispositivo, sino que también encogió considerablemente las especificaciones respecto a su hermano mayor. Una pantalla bastante mediocre, una cámara que estaba bien en 2010, pero no en 2012, y muy poco que realmente llamara la atención para bien, si acaso el contar con 1 GB de RAM y no con menos.
En Android Community han dado pie por primera vez a pensar que Samsung repetirá la fórmula con el inminente Samsung Galaxy S IV, y creará una versión edulcorada (Samsung Galaxy S IV mini) que puede llevar a engaño a más de un usuario -especialmente los menos avezados en tecnología de consumo- que crean que se están llevando a casa un gama alta, puesto que viene acuñado con el popular 'S III', cuando la realidad es bastante diferente.
Todo esto, en el caso de que el Samsung Galaxy S IV mini vuelva a ser una versión low-cost de su hermano mayor. La baza de Samsung para acertar sería presentar un buen terminal con especificaciones avanzadas y un tamaño de pantalla inferior con el que hacer frente al iPhone 5, especialmente de cara a los compradores potenciales que quieran un tamaño manejable a una mano. De repetir la jugada anterior con el Samsung Galaxy S IV mini, estaría tratando a su público poco menos que como estúpidos.