El primer trimestre de 2014 ya se cerró, y con él llegaron los dos smartphones que más expectativas cosechaban para este inicio de año. Por un lado, la puesta a punto de HTC con el One M8, filtrado hasta la saciedad de todas las formas posibles. Por el otro, la renovación de Samsung con el Galaxy S5. Ambos terminal con planteamientos diferentes, con formas distintas de entender cómo debe ser un smartphone de gama alta. Uno apostando más por el diseño, los materiales y la interfaz, y otro apostando más por rendimiento, batería y cámara.

Ya analizamos la pasada semana ambos dispositivos. Y ambos se llevaron el sobresaliente con un 9 sobre 10, pero como ya dije con el del S5, son smartphones bastante distintos en su planteamiento. Uno apuesta por la experiencia, por el cómo se siente en la mano. Otro por cómo rinde. En esta tabla explico rápidamente los puntos fuertes entre ambos de cada uno:

Mis argumentos y opiniones, por supuesto, admiten enmienda y refutación, que para eso estamos, para debatir. De momento, pueden echar un ojo si quieren a los análisis ya publicados de ambos terminales y votar por el que consideran mejor. Y por supuesto, añadir contenido y matizar en los comentarios, que esa es la parte más bonita de todo esto, ver debate.

Análisis del HTC One M8 (9/10).

Análisis del Samsung Galaxy S5 (9/10).

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