Trimestre tras trimestre las compañías publican sus resultados y todos empezamos a sacar conclusiones con esas cifras. También, trimestre a trimestre, intuíamos lo que parecía ser un aplastante dominio de Samsung en la gama Android debido a las millonarias cifras de ventas de sus terminales. Ahora podemos confirmarlo gracias a un estudio de la firma Localytics: 8 de los 10 dispositivos Android más usados pertenecen a la compañía coreana.
El gráfico es demoledor:
Serie Galaxy S: a nadie sorprende encontrar en las dos primeras posiciones a los terminales estrellas del mercado, con permiso del Nexus 4, como son los Samsung Galaxy S III y S II
Serie Note: los Galaxy Note I y II se colocan en las posiciones 4 y 5.
Tablets: solo el Kindle Fire y el Galaxy Tab 2 de 7 pulgadas entran en la lista
Galaxy Ace: La gama media queda representada por el Galaxy Ace en la posición 3.
Galaxy Y: Como términal de entrada encontramos al Samsung Galaxy Y en sexta posición.
Última posicion para el Epic 4G, terminal que no hemos visto fuera de E.E.U.U.
No Samsung: el Droid RAZR en novena posición.
Las consecuencias de este incipiente monopolio pueden ser demoledoras para el resto de compañías. El mercado móvil tiende a una dualidad Android - iOS con el resto de compañías como Nokia y BlackBerry peleando, de momento, por las migajas que dejan los dos sistemas operativos más utilizados en la actualidad. Pero es que empieza a quedar claro que apostar por el líder tampoco es garantía de éxito.
Fabricantes que apuestan fuertemente por Android como HTC o LG se están encontrando con un mercado que prefiere productos de su más directo competidor. Si esta situación se mantiene en el tiempo acabarán provocando cambios de estrategia porque esta situación se puede convertir en insostenible a largo plazo y solo podrá ser soportada por aquellos que tengan operaciones más diversificadas como pudiera ser el caso de LG que, además de teléfonos móviles, comercializa otros productos.
Las repercusiones de este incipiente "monopolio" por parte de Samsung pueden ser verdaderamente imprevisibles y podrían acabar incluso beneficiando a aquellas compañías que no dependen mayoritariamente de Android. Si a la larga el mercado acaba monopolizado por Samsung habrá compañías que retiren el apoyo al sistema operativo de Google y apuesten por realizar productos basados en Windows Phone u otros sistemas como Firefox OS. Y, como siempre, ahí está Apple al acecho, fiel a su filosofía y preparada para pescar en río revuelto y reconquistar cuota de mercado.
Los monopolios nunca son buenos pues, a la larga, acaban perjudicando a los consumidores. No obstante si Samsung ha llegado a esta posición de mercado ha sido a base de lanzar buenos productos a precios razonables lo que debería enseñarles el camino a seguir al resto si quieren alcanzar una posición similar en el mercado.