La historia vuelve a repetirse. Meses atrás, el CFO (Chief Financial Officer) de Samsung comunicó a los accionistas y a los medios de comunicación que los resultados económicos de Samsung no alcanzarían las expectativas en el segundo trimestre fiscal del año 2014. Y, efectivamente, así fue: los resultados presentados por Samsung poco más tarde no solo no cumplieron las expectativas, sino que supusieron un paso atrás respecto a las cifras obtenidas por la compañía durante el mismo periodo en el año anterior. No obstante, JK Shin y el resto de directivos de Samsung llamaron a la calma, prometiendo que la situación mejoraría en los meses posteriores. Pero desafortunadamente, eso parece que no va a ocurrir.
Y es que, de nuevo, el CFO y la junta de directiva de Samsung ha anunciado que los resultados económicos del tercer trimestre fiscal (Q3 2014) tampoco cumplirán con las expectativas marcadas. Concretamente, se espera una caída del 60% de las ganancias respecto al mismo periodo en el pasado año. Una historia exactamente igual a la que ya escuchamos en el segundo trimestre fiscal.
Los próximos meses son clave para Samsung
¿A qué se debe este declive de Samsung? Entre otras muchas razones, parece que otros fabricantes con precios inferiores están invadiendo el terreno de Samsung, restando así ventas a la compañía asiática. De la misma forma, a Samsung le está perjudicando el exponencial avance por parte de la competencia –especialmente por parte de Sony, LG y Apple– quienes han aumentado considerablemente su presencia y poderío en los últimos meses/años.
Este Q4 2014 puede ser un punto de inflexión para la compañía: llegan terminales como el Samsung Galaxy Note 4 y el Samsung Galaxy Alpha, los cuales suponen un punto y aparte respecto a anteriores modelos de la marca –aunque mantienen la esencia Samsung–. Si en el último trimestre fiscal de este año, los beneficios aumentan y sí cumplen las expectativas, es muy probable que Samsung se recupere de este bache. Si la situación no mejora y continúa el descenso de los beneficios, entonces tendremos que comenzar a preocuparnos por la supervivencia de Samsung –o al menos por su reinado–.