Tizen, la plataforma de Samsung e Intel para dispositivos electrónicos de todo tipo (wearables, electrodomésticos, teléfonos móviles...), sigue sin tener un smartphone de referencia en el mercado. La compañía asiática Samsung anunció el Samsung Z el pasado mes de junio, un dispositivo que debió haber comenzado a venderse en Rusia estos días pero, finalmente, parece no haber sido así. Y es que Samsung se ha visto obligada a retrasar nuevamente el lanzamiento de dicho dispositivo (Q3 2014 es el periodo del que se habla). Muchas promesas y fechas falsas; pocos hechos La razón del retraso, según Samsung, es el deseo de conseguir un mayor número de aplicaciones para la plataforma antes de comenzar a comercializar dispositivos con ella de forma oficial. Es decir, desean tener una plataforma mínimamente competente en cuanto a oferta de aplicaciones antes de que esta llegue al mercado. Una estrategia un poco extraña, ¿no?

Es extraña porque, si no se comercializan dispositivos, la plataforma no se da a conocer, ergo, no se despierta el interés en los desarrolladores, que son los que crearán esas aplicaciones. De hecho, ni Android, ni iOS, ni Windows Phone ni ningún otro sistema operativo –no solo para smartphones, sino para cualquier dispositivo electrónico– ha adoptado esta estrategia. Es como si quieres construir una casa y empiezas por el tejado en lugar de partir de los pilares.

Tizen - Samsung Z - Tizen - Samsung Z - Tizen - Samsung Z
Samsung Gear, wearables de Samsung con Tizen.

La única explicación medianamente coherente a estos numerosos retrasos, a estas explicaciones tan extrañas y a tantas promesas falsas a los desarrolladores es que Samsung desea matar Tizen poco a poco. Y es que Tizen surgió como una plataforma alternativa para Android, con la que Samsung comenzaba a sentirse incómoda debido a las presiones de Google y del resto de fabricantes. Pero, tras la serie de acuerdos que supuestamente se hicieron entre Samsung y Google (aquellos enunciados por Eldar Murtazin antes del MWC 2014), parece que la relación entre ambas compañías ha mejorado considerablemente, y Samsung, ahora sí, parece estar volcada casi por completo en Android, igual que hace varios años, cuando Android estaba comenzando. Es por ello por lo que la empresa, tras esa mejoría con Android, podría estar buscando desplazar un poco Tizen de su roadmap y dejar que muriera lentamente, pues ya no es necesario evadir Android. Samsung desea desligarse progresivamente del proyecto Tizen. Ya no lo necesitan Esto también encaja con el reciente lanzamiento del Samsung Gear Live, un dispositivo con Android Wear que desencaja con el resto de wearables de Samsung, los cuales usan Tizen (a excepción del Gear Fit). Y es que Tizen parecía ser el sistema operativo elegido por Samsung para todos sus wearables del futuro, pero la irrupción de Android Wear y el lanzamiento del Gear Live nos lleva a pensar que esta plataforma quedará nuevamente en segundo lugar, dejando paso a Android Wear.

Así pues, parece que Tizen es solo una marioneta con la que Samsung presiona al resto de compañías (principalmente Google) para conseguir lo que desea. Y es que, si realmente hubiese querido que Tizen formase parte de su futuro, ya habríamos visto numerosos dispositivos con esta plataforma en estos años –y más teniendo en cuenta el poderío que tiene Samsung tanto económicamente como en capacidad de producción–. Pero no es así. El tiempo ha ido pasando y solo se han escuchado promesas falsas, fechas que posteriormente se han ido retrasando... Muchas palabras y pocos hechos. Por lo tanto, parece bastante obvio que, salvo que la situación dé un cambio radical en estos próximos meses, Samsung desea desligarse de Tizen y volcarse por completo en Android, plataforma por la que sí ha mostrado gran interés y que sí le está proporcionando grandes beneficios mes tras mes.

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: