LG ha encontrado el camino

Allá por 2011, LG apuntaba a ser uno de los fabricantes del año con su LG Optimus 2x, el primer smartphone del mundo con procesador de doble núcleo –en aquel entonces, hablábamos de Nvidia Tegra 2–. Sin embargo, acabó resultando un fracaso debido, sobre todo, a las mala optimización y al mal soporte posventa que tuvo el dispositivo. Ese fracaso supuso un punto de inflexión para la compañía, el cual provocó la transformación de LG que hemos visto en los últimos dos años. Y hoy, poco más de dos años más tarde del lanzamiento del LG Optimus 2x y tras ver las excelentes críticas que ha logrado el LG G2 (su último flagship) entre los medios especializados, podríamos decir que la compañía asiática ha encontrado, afortunadamente, el camino de vuelta.

Un 2011 con sabor agridulce

El año 2011 fue un año con sabor agridulce para LG. Su Optimus 2x era un terminal muy prometedor y que, en sus primeros meses de vida, logró un gran número de ventas –hasta 250.000 en un mes solo en Korea–. Sin embargo, en los meses posteriores y, sobre todo, con la llegada del Samsung Galaxy S2 y el HTC Sensation, el LG Optimus 2X comenzó a perder cuota de mercado y popularidad.

Además de la aparición de competencia, LG tardó una eternidad en actualizar el LG Optimus 2X a Android 2.3.3 Gingerbread, cuando todos sus rivales salieron con 2.3.3 de serie. Esto provocó el rechazo de muchos usuarios, creando opiniones muy negativas sobre la marca que poco a poco también acabaron afectando al resto de dispositivos de la compañía.

Así pues, lo que parecía un año muy prometedor para LG, acabó siendo un auténtico fracaso. Este hecho, al igual que ocurrió con Sony dos años atrás, provocó una transformación de LG, la cual ya pudimos apreciar fácilmente en 2012.

Un 2012 de cambios, esperanza y defraudación

A pesar de lo mal que lo hizo LG en el 2011, todos llegamos al Mobile World Congress de Barcelona con muchas ganas de ver lo que el fabricante asiático nos tenía preparado. Y, en un primer momento, lo que LG nos enseño, no nos defraudó en absoluto. Sobre todo su Optimus 4X HD, un smartphone que nada tenía que envidiar al HTC One X y Samsung Galaxy S3 que fueron presentados ese mismo año. Sin embargo, los problemas en la distribución y las escasas campañas de marketing, provocaron que este modelo pasara casi desapercibido durante todo el año, lo cual fue toda una defraudación. La familia 'L' resultó todo un éxito para LG en aquel año Con su familia 'L' (Optimus L3, L5 y L7) no ocurrió lo mismo, a pesar de que en un primer momento no llamaron la atención en exceso. Sin embargo, la excelente cadena de distribución, sus reducidos precios y, sobre todo, la gran cantidad de acuerdos que realizó LG con diferentes operadoras en todo el mundo para la distribución de estos dispositivos, hizo que la familia 'L' de LG se convirtiera en una de las más vendidas del año 2012. No eran grandes dispositivos, pero proporcionaban lo que los usuarios buscaban y, sobre todo, a un precio imbatible. Así pues, LG pudo 'recuperarse' del duro golpe que recibieron en 2011.

Pero todavía faltaba poner la guinda al pastel a esa transformación que vimos en 2012, y entonces llegó el LG Optimus G, un smartphone igual de prometedor que el LG Optimus 2X en su momento –fue el primero en montar 2 GB de RAM y el SoC Qualcomm Snapdragon S4 Pro–. Sin embargo, tuvo los mismos problemas de distribución que el LG Optimux 4X HD, lo que provocó que no saliera fuera de Asia y EEUU.

Cuando vimos que el Optimus G no saldría de EEUU y Asia hasta 2013, la sensación fue de LG ha vuelto a crear esperanzas y ha vuelto a fracasar. Y en cierto modo así fue, pues el Optimus G no llegó a Europa y el resto del mundo hasta 2013, pero ese error fue relativamente solventado con el LG Nexus 4, uno de los mejores Android jamás fabricado.

Y es que, en el Nexus 4, el software (que era el mayor problema de LG), corría a cargo de Google, por lo que, en combinación con el excelente hardware que siempre ha fabricado LG, nos encontramos con un smartphone simplemente excelente. También tuvo sus problemas de distribución –los cuales aún no se sabe si fueron por culpa de Google o de LG–, pero el hecho de que su precio libre fuera de 299€/$299 (siendo un smartphone de gama alta), hizo que, a pesar de esos problemas, acabara resultando un completo éxito.

Por lo tanto, el año 2012 de LG fue un año muy esperanzador. Vimos los primeros síntomas de la transformación de LG, y, aunque había que pulir algunos detalles, parecía que la compañía asiática estaba lista para volver al mercado.

Un 2013 de consagración

En la primera mitad de 2013, LG lanzó el LG Optimus G Pro (un Optimus G ensanchado y con un SoC renovado) y comenzó a distribuir el LG Optimus G en todo el mundo. Además, renovó su gama 'L' y presentó algunos smartphones muy interesantes como el F5, el cual era un smartphone de gama baja con 4G LTE. Todos ellos eran grandes smartphones, pero seguía faltando un 'buque insignia' que identificara todo lo que la marca es capaz de ofrecer.

Ese smartphone llegó en Agosto y se llamó LG G2. Su presentación estuvo envuelta de mucho hype y supuso la culminación de dos años de transformación de LG. Evidentemente el LG G2 no es perfecto, pero sí podríamos decir que es la vuelta de LG a la gama alta, pues, dejando de lado el diseño de su interfaz, apenas tiene puntos negativos. LG ha vuelto, dos años más tarde y con mucha más experiencia (debida a sus fracasos anteriores).

Sony y LG, caminos parecidos

Tanto la transformación de LG como la de Sony en estos últimos años parecen tener muchas similitudes. Ambas eran compañías de 'segundo nivel' (siempre por detrás de HTC y Samsung), pero poco a poco han ido aprendiendo de sus errores y han logrado entrar en la batalla con los líderes del sector en este año 2013. En el caso de Sony, esa entrada ha sido con el Sony Xperia Z1, uno de los mejores –si no el mejor– Android que podemos adquirir ahora mismo; y en el caso de LG, como ya he dicho, esa entrada ha sido con el LG G2, un dispositivo que está logrando unas críticas excelentes y que, más allá de su interfaz de usuario (cuya apariencia es horrorosa), tampoco tiene puntos negativos.

LG está, al fin, de vuelta en la lucha por la gama alta, pero la competencia en ese sector está más fuerte que nunca. ¿Serán capaces de coronarse los mejores después de esta increíble metamorfósis que han sufrido en los últimos años? El tiempo lo dirá.